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Jesuit Generals

«Quisiera conocerte como eres: tu imagen sobre mí bastará para cambiarme»

La firma del P. Pedro Arrupe SJ, 28º Superior General de la Compañía de Jesús (los jesuitas)
El P. Pedro Arrupe SJ, 28º Superior General de la Compañía de Jesús (los jesuitas) en oración en la Curia General de los jesuitas en Roma

Primeros años y vocación

El Siervo de Dios Pedro Arrupe Gondra nace en Bilbao (España) el 14 de noviembre de 1907. Tras su bachillerato con los Escolapios, empieza en 1922 la carrera de Medicina en Valladolid, continuándolos después en Madrid, con excelentes resultados, hasta 1927.

En esta última ciudad participa de la Conferencia de San Vicente de Paúl, acercándose a barrios pobres y conociendo de primera mano situaciones de miseria y gran necesidad.

Su formación y temperamento le llevan a preguntarse por muchas cosas, como, por ejemplo, la enfermedad y la curación física y espiritual de las personas. Tras una honda experiencia religiosa en agosto de 1926 en Lourdes (Francia), decide abandonar sus proyectos anteriores y entrar en la Compañía de Jesús. Lo hará en Loyola (España) el 15 de enero de 1927.

Joven jesuita en Japón

Su formación (1929-1938) tendrá lugar en España (Loyola y Oña, antes de ser disuelta la Compañía de Jesús en 1932), Bélgica (Marneffe), Holanda (Valkenburg) y Estados Unidos (Saint Mary’s, Kansas y Cleveland, Ohio). El 30 de julio de 1936 es ordenado sacerdote.

Tras haberlo pedido varias veces, en 1938 es enviado a Japón, donde permanecerá 27 años. Desde el principio se dispone a adaptarse y asumir la cultura local. Pero son años políticamente difíciles, en los que – por su condición de extranjero en tiempos de guerra – incluso llega a ser acusado de espionaje y encarcelado durante poco más de un mes (1941-1942).

En Hiroshima, siendo el encargado de formar a los jóvenes jesuitas japoneses como maestro de novicios desde 1942, padece la terrible explosión de la bomba atómica el 6 de agosto de 1945. Reacciona acogiendo en el noviciado a unos 200 heridos, curándoles y acompañándoles.

El P. Pedro Arrupe SJ, 28º Superior General de la Compañía de Jesús, celebra su primera misa en 1936 en Valkenburg, Holanda

Superior de Japón y Superior General

Terminada la Guerra Mundial, desde 1954, como Superior de los jesuitas que viven en Japón, viaja por todo el mundo, dando conferencias e invitando a compañeros suyos de hasta treinta países a unirse a esta misión. Al mismo tiempo, especialmente en España e Iberoamérica, organiza centros para ayudar económicamente a la Misión del Japón.

Con su personalidad, tan atractiva por su simpatía, preocupación directa por cada uno, humildad y empuje, se da pronto a conocer.

El 22 de mayo de 1965, en la Congregación General 31, los jesuitas lo eligen en Roma como su 28º Superior General. Ven en él, además, a un hombre de Dios capaz de entender y afrontar la difícil situación por la que empiezan a pasar la Iglesia y la sociedad. Desde 1967 hasta 1982 será también Presidente de la Unión de Superiores Generales, representantes de la vida religiosa masculina.

Un líder fuerte y compasivo

El P. Arrupe, profundamente unido a la persona de Jesucristo, emprende con decisión y entusiasmo un camino de acercamiento al hombre en su propia situación, ya sea de increencia, pobreza, lucha por la libertad o búsqueda de Dios.

Confía en sus colaboradores, anima, sugiere a la Iglesia que aplica el Vaticano II modos de avanzar.

Es pionero y entra en terrenos hasta entonces sin explorar, como el de una sociedad secularizada y plural o la llegada de los refugiados. Conduce por aquí a los alumnos de la Compañía e invita a los intelectuales a descubrir con su estudio las causas de la injusticia y la falta de fe.

En estos años un buen número de jesuitas conocerán el martirio, consecuencia de las actitudes que Arrupe promueve: servir sin distinguir raza o clase, vivir con los que sufren hasta dar la vida, defender sus derechos hasta el final. Como buen amigo y guía, acompaña a unos y a otros en su andadura. Como buen amigo y guía, acompaña a unos y a otros en su andadura.

Enfermedad y últimos años

El 7 de agosto de 1981, a la vuelta de un viaje por Asia, sufre una trombosis cerebral que lo deja inválido. Desde el 31 de octubre de ese mismo año, la Compañía de Jesús será gobernada por el P. Paolo Dezza, S.J., nombrado Delegado Pontificio por Juan Pablo II.

En septiembre de 1983 la Congregación General 33 acepta la renuncia del P. Arrupe y elige al P. Peter-Hans Kolvenbach como su sucesor.

En medio de su enfermedad, que lo va deteriorando, experimenta un abandono todavía mayor a Dios, hasta su muerte en Roma el 5 de febrero de 1991. El 14 de noviembre de 1997 sus restos son trasladados del cementerio de Campo Verano a la Iglesia del Gesù, donde desde entonces reposan. Su causa de beatificación se abrió el 5 de febrero de 2019.

Archivo digital

Imágenes del P. Arrupe, discursos, oraciones y testimonios están disponibles en línea

Una captura de pantalla del archivo de imágenes del P. Pedro Arrupe SJ, 28º Superior General de la Compañía de Jesús (los jesuitas), en Jesuit.media

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